Solo para Escaramuzas |
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LA ETIQUETA EN LA CHARRERIA Reza
un dicho: “UN CHARRO ES SIEMPRE UN CABALLERO”, y al referirse a que
se es un caballero no es unicamente por el hecho de que monte a caballo,
sino porque muestra su educación en todos los actos de su vida.
Antiguamente un caballero era una persona que se distinguía por su buen
trato hacia los demás ya fueran damas o varones. Las
costumbres han variado en los tiempos actuales y es cada vez más difícil
encontrarnos con los caballeros que ceden el sitio a las damas, que las
ayudan a cruzar la calle, que les abren la puerta del automóvil o
simplemente….que cuidan muy bien su vocabulario frente a ellas. Lo
mismo sucede con las mujeres, parece que nos hemos empeñado en perder
nuestra femineidad. Tal vez el uso tan extendido del pantalón nos ha
llevado a no cuidar nuestra manera de sentarnos, a perder tal vez algo
de nuestra coquetería. En pocas palabras, nos hemos igualado en muchos
aspectos al hombre. Tan es así, que la mayoría de las mujeres tenemos
ya una profesión, y nuestro trabajo no se resume en las labores del
hogar, generando así una competencia muy cerrada con nuestros compañeros
varones. Esta igualdad nos ha llevado en muchos casos a que se pierda el
trato caballeroso, atento, hacia
nosotras. Por
todas partes podemos ver que cada vez más las mujeres nos expresamos
con un lenguaje que no va de acuerdo con nuestra educación y cultura.
Es penoso ver mujeres de todo tipo, guapísimas y con un alto grado de
preparación escolar hablando como aquellas que no han tenido
oportunidad alguna de educarse. El
medio en que nos desenvolvemos nos obliga, es cierto, a adoptar
actitudes de dominio, pues así lo exige el trabajar con animales, pero
esto no quiere decir en ningún momento que dejemos de ser tan femeninas
como sea posible. El guardar las tradiciones no quiere decir
acorrientarnos en honor a ellas. Algunas
de las cosas en que fallamos son las siguientes: Ocasiones
hay en que por alguna razón, las adelitas andamos en calzoneras, tal
vez por el calor, creo yo, o por comodidad.
La calzonera era antiguamente la prenda femenina más íntima, y
el andar sólo en calzonera es como si anduviéramos en ropa interior
frente a los demás. Hasta ahora no he visto a ningún charro que ande
así por la calle. Durante
muchos años fue la principal característica de los lienzos el
encontrarnos con charros excedidos en la bebida. La cosa cambió en la
misma medida en que las familias formaron parte más directamente de la
charrería, es decir, cuando se inician las escaramuzas como parte de la
fiesta charra. Sólo que también en este aspecto nos hemos salido de la
raya, pues no solo tomamos, lo que no tiene absolutamente nada de malo,
sólo que lo hacemos sin medida, y nos encontramos dando espectáculos
peores que los que dan los charros a quienes tanto criticamos. Hasta un
comercial lo dice: “Nada con exceso, todo con medida”. También hay
que saber qué, cuándo y cuánto tomar. Desde luego que en una fiesta
charra la bebida idónea es el tequila y también la cerveza, cada quien
su gusto, solo recordemos que la cerveza tiene la desventaja de ser muy
penetrante en su olor. Y el olor de la bebida no debe sobresalir nunca
del perfume que usemos. (Es una realidad que muchos y muchas fuman dentro de la charreria, como deportistas es preferido no hacerlo en publico. Recuerden que ustedes son idolos para muchos y sus acciones personales tendran un fuerte impacto a la juventud. Ramiro Rodriguez) Raquel Febrero 21, 2003 Espero sus comentarios, preguntas y sugerencias a: raquel@mundocharro.com
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